La niña corre asustada
calla y bebe del agua que viene de la quebrada
el caracol se ha comido la hoja
la luna avisa su rostro como pájaro maldito
noche aterciopelada.
Tus manos,
tus manos reposan sobre tus piernas flacas
mi sexo se yergue
ante tu respiración agitada
y el gato que maúlla
es el humo que entre mis venas emancipa a las masas.
Tu regazo es la pintura
que sin decoro
se burla del tiempo que pasa.
Yo te contemplo
y en el reflejo del espejo
la verdad se gesta
en traducciones para sordos no parlantes.
Ahí abajo, en la pradera
la niña
la dulce niña
bebe del agua.
Con ojos de coyote nos mira
recelosa nos muestra los dientes como fiera enfurecida
castrada.
Ven y calla ésta noche
y ahoguémonos entre rayos de neones
colores
y tu pecho contra mi espalda.