martes, 26 de octubre de 2010

RESPUESTA A UNA CARTA SIN CONTESTACIÓN y LA FOTO DE UN DESCONOCIDO

Yo lo que busco no es la gloria, tampoco fama… aunque me tente la idea de ser reconocido e ir a Oprah. Tampoco busco el brillo, ni una dentadura perfecta, no busco mi reflejo en un espejo por vanidad, es más bien porque me gusta confrontarme a mi mismo. Bueno si… algunas veces para acomodarme el pelo.

La otra noche me encontré una foto de un desconocido. Caminaba por la calle cuando en la vereda estaba tirada, ahí, mirándome, mirando el cielo, perdido en la urbe.

-Esta foto es alguien-, dije, -y se le ha perdido a su dueño, a su índice. Deberia sacarle fotocopia (a esta copia) y pegarla en los postes como cuando se pierde un perro-.

La levante del piso y detallé cada forma que ante mis ojos impactaba, retenía, parpadeaba. La toque con mi dedo pulgar tratando de limpiar los rayones y el envejecimiento, como buscando que fuese nueva, recién tomada… evocando el ahí y ahora del momento en que fue creada. Quería ser esa fotografía. Mi cabeza entonces comenzó a volverse un álbum y olía a lo que huelen los álbumes, y en la pagina más reciente estaba la foto de Él. No la del desconocido, sino la de Él. Es una taza, una taza que contiene café, café que es con leche y dos cucharadas de azúcar, una cucharita que revuelve el café con leche y azúcar contenido en una taza, que cuando era sorbido, por que estaba caliente, la cucharita torpemente se venia contra su nariz.

Como en el cuadro de Van Gogh en Sueños de Kurosawa me metí adentro de la fotografía y contemplé. Mientras Él tomaba el café me percate que yo en ese instante pensaba: -No me respondiste la carta que te hice-, y con ese pensamiento obturé y lo capté a Él.

Las fotos tienen un carácter melancólico, siempre… es la materialización de un pasado que normalmente fue feliz. Vacaciones donde la abuela, mi primer año, graduación del secundario, abrazo con el enamorado, sonrisa al lado de Darín después de una conferencia de prensa, el viaje a Europa, ella, él… Vos. ¿por qué entonces tirar una fotografía a la calle? Tal vez fue alguien que la perdió. ¡No!. ¡Uno no pierde fotografías!. Uno las tira. La fotografía es registro de la vida vivida, y el hombre se aferra a su existencia aunque sepa que la muerte es lo mas certero estando lejos o cerca. ¿por qué tirar entonces una fotografía?

La otro noche mientras caminaba por la calle sorprendido me encontré una fotografía. La levante del piso y detallé cada forma que ante mis ojos impactaba (…) y era la foto de Él, que se había caído de mi cabeza. Con mi dedo la escarbe, intente reconstruir su ahí y ahora, pero no pude… porque yo estoy aquí y Él en el tiempo lleno de su propia fiesta.

domingo, 17 de octubre de 2010

blah.

Correr
Bosques de Abigail y una casa en el fondo con arbustos de fresas salvajes.
Infancia y vestidos blancos.

Anteojos de sol. Cine moderno y muecas a la hora de morir.

Correr
Fiordos y un teatro desolado remixiado con cantos de gaviota junto al grito de una madre huérfana.

Blanco y negro
Suéteres cuello tortuga que se pierden entre ácaros de la luz de un proyector.

Correr
Marcos dorados, ojos de cristal y cuerpos rendidos ante la contemplación.
Marcas en la piel, saliva espeza por el cianuro, porfolio con escritos y la mirada de un niño.
Tópicos visuales en el deambular del dandy, masturbación del sexo contra un tubo de óleo.

Correr
Agotamiento.








Correr,
muerte,
muero… corro,
estoy muerto.

viernes, 15 de octubre de 2010

respuesta a un otro pensamiento

Este escrito nace como respuesta a un otro pensamiento. No sé si busque darle una respuesta verdadera, pero tal vez si otra forma de percibir una canción en la radio cuando tenia 12.

Siempre proyectamos algo en el otro, es imposible no hacerlo. Incluso el mono que le saca los piojos a su cría esta proyectando una pulsión en el acto de acicalamiento, para que sea luego el bebe gorila el que la despioje a la madre en un hecho de agradecimiento.

Muchas veces deseamos que otras personas hagan lo que nos gustaría que hicieran, algunas veces porque es lo que nos conviene y otras porque hay un deseo interno frustrado y queremos que otro nos lo resuelva. Creo que en ninguno de estos dos casos hay una comprensión clara del ser del otro, incomprensión natural en el hombre y es tarea de éste aniquilar esos hologramas que deposita en el otro puesto que sino vagará siempre en una nebulosa de cuestiones no resueltas y bastante opacas.

La madre gorila que limpia a su hijo, no solo lo hace porque busca una recompensa, sino porque tambien inicia al bebe mono en la preparación de la vida en la selva, en el ritual del ser familia, en lo cultual de las relaciones, en la conciencia de que el otro es a medida que uno lo deje ser, en el hermoso acto de un día pararse, irse, caminar y ser hombre.