sábado, 30 de enero de 2010

Lo que escribís es demasiado directo

Llega el verano y comienzo a ver que ropa puedo transformar para la estación. Agarro remeras que ya no uso y las vuelvo musculosas, ni hablar de los pantalones o jeans, mi ley es: si ha estado más de 1 año sin uso y guardado en el placard, CORTALO! Fue así como el otro día iba caminando por la calle con un Levi’s comprado en el año 2001 y vuelto short (hace un mes) en la mitad del “muslo”, cuando de repente me vi reflejado en una vidriera, fue entonces cuando me percate de lo flacas que son mis piernas, ósea, soy conciente de mi delgadez, pero verse en el reflejo como un transeúnte más que camina por Santa Fé y Scalabrini Ortiz generó en mí toda una nueva perspectiva de mi cuerpo. Metí mi mano al bolsillo y le subí volumen a mi Ipod , caminé al ritmo de los bites de alguna canción que sonaba y con mis piernas bien flacas y todas piqueteadas por los mosquitos fui feliz, si, soy un flaco feliz. Para cuando ya había llegado al Jardín Botánico y estaba a unas cuantas cuadras de mi psicóloga pensé que seria un buen tema para abrir mi sesión.

Abro paréntesis. Mi psicóloga esta toda bronceada porque se fue a brasil, en su oficina tiene un cuadro de Dalí junto con una fotografía de Freud, se llama Alejandra y es la primera persona que nunca desde hace tres años y medio que llevo viviendo acá que me ha preguntado el significado de chévere. Cierro paréntesis.

Bueno, no sé, le dije… si, si sé (uhhh, estoy dudoso pensé, maldito psicoanálisis uno no puede tener dudas porque ya hay quilombo) -SOY FLACO-. Afirmé

-Y?-. Me dijo ella, sabiendo yo con la certeza que estaba a punto de reír.

-Pero soy un flaco feliz-, le respondí.

-Si, eso ya lo sé -. Hizo una pausa esperando respuesta mía y al no encontrarla volvió a intervenir, -y es que antes no lo eras?-

-Creo que no... es que hoy me vi reflejado en una vidriera (Uds. ya saben la historia) y de repente me sentí como Kate Moss en versión masculina-.

A partir de aquí en adelante la sesión se va ha censurar porque empiezo a compartir mucha intimidad.

La cuestión es la siguiente, si, hay cosas que deben de ser vetadas, censuradas, y no hablo de un par de tetas o el vocabulario cochino y vulgar de un actor, ¡no!, hablo que hay cosas que son personales y muy propias que uno debe de guardarse para uno mismo, pero exponer sentimientos en un blog, sentimientos que han sido cuidadosamente seleccionados y más allá de su mala redacción pueden ser compartidos. Esto va a que mucha gente me ha dicho que mi blog es “muy directo”. A lo cual mi respuesta es: ¿qué te importa si escribo lo que siente mi corazón por un chico? ¿O si cuento mi angustia existencial hacia el amor? (que ya bastante trabaje con mi psicóloga bronceada en brasil y que ahora puedo contarlo bastantemente tranquilo). Lo que me interesa a mi es contar eso, mis dramas que son solo míos, lo que me hace llorar cuando me empedo, lo que mis amigas han tenido que soportar noche tras noche, y lo que vos (y han sido tres los que me lo han dicho) pedazo de nabo no vas a poder generar nunca en mi como hombre, como lo generó esa persona(s) hace un par de semanas, meses ó años atras. No me interesa contar historias pelotudas de putos que se ven reflejados en alguna vidriera (¿?), Carrie Bradshaw ya contó todo respecto a el sexo (y todo lo que esto implica) en una ciudad, ¿qué nos queda a entonces a nosotros? más que hablar de lo que nos pasa, de lo que sentimos, de esos sentimientos que muchas veces ni siquiera nos atrevemos a tocar. Así que para aquellos que mi blog es demasiado directo, bien puedan irse a leer la sección Trágame Tierra de la revista .

http://www.esmas.com/revistatu/tragame/


(Dedicado a mis piernas flacas y a los cuadros de Dalí y Freud en mi consultorio).

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